jueves, 3 de junio de 2010

Cuadrilátero



Pagaría por tener ahora nuevamente todas esas siestas que no quise dormir de pequeña.
O por lo menos el tiempo, el espacio tranquilo de aquella habitación fresca en casa de mis abuelos.

Me río porque leo el post anterior en donde la calma era casi la misma que antaño.
Me río porque estaba éste post horneandose, casi listo para salir y volver a comunicarme, que bajo el título "Cuadrilátero" quería contar mis aventuras de siesta sin dormir...de esas horas que ella me hace pasar un "round" tras otro...pero quedará ahí, en el horno. Espero la levadura no le caduque.
Estoy K.O.
A duras penas me muevo sobre el cuadrilátero. El sabor de la boca rota por la ostia recibida es fuerte, desagradable, como a podrido. Tengo los ojos hinchados, pero es de llorar. Podría hacer un mapa exacto de cada pegatina en forma de estrella, de esas que fosforecen en la oscuridad sobre el techo de mi habitación; si, podría dibujar sin copiar la ubicación de cada estrellita cuando se apaga la luz, porque no puedo dormir y ya me conozco el techo de memoria.

Al volver de aquellas hogareñas "vacaciones" me han echado del trabajo. Lo han echo porque no quieren tener personal fijo. No me ha salvado mi bandeja veloz, ni mi buen culo, ni mi simpatía, ni siquiera el parecer idiota y trabajar cada día como si fuese el primero. No me he salvado de esta puta crisis de mierda. Nadie me espera en la esquina de éste cuadrilátero para darme agua o restregarme una toalla. Agradecería acaso una voz susurrándome nuevas instrucciones, ya que el plan "A" ha sido un fracaso. No hay plan "B". La hipoteca me escupe desde la grada, la prestación por desempleo se a ido por la puerta de atrás, y mi cuerpo se revela a una nueva peregrinación de ampollas en los pies, puerta a puerta, "ridiculum" en mano, intentado convencer de lo que valgo, de las ganas que tengo de que ésta rueda frenética del "compre-pague" me absorba y volver a formar parte de un sistema tan patético como necesario, tan abusivo como anestesiante. Si, necesito que me engulla y me mastique bien, que me devuelva a mi cómoda situación de pieza de engranaje para que pueda dormir, para que pueda pagar, todo la felicidad que compré a plazos...el futuro de mi hija entre ellos.
Estoy K.O. Diréis: "pues, deja de morrearte con la lona y levántate"...


Y yo creía que una de las peores noches de mi vida era ir al hospital por los dientes recién salidos de mi gordita...


Escucho distorsionada la cuenta atrás: Diez, nueve, ocho...

3 comentarios:

  1. No, no dejes la lona. La cama es un ring, pero también el ring es una cama. La crisis (¿qué crisis? No hay crisis si no cambia nada. Aquí todo sigue igual. Roban los mismos, languidecen los de siempre) no debe poder contigo: fóllatela. Si tienes paciencia, llego y estoy contigo, con el cubo, la toalla, el linimento... la cuenta atrás es eterna. Beso,

    L.

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  2. Fuerza amiga!!!Desde acá,que peor tal vez no podamos andar...si todavia desde acá se ve la luz que brilla,vos tambien podes!!!Abrazo y amor...

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  3. No te rindas, somos muchos más que ellos.Lástima que dice Ferlosio "llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, pues Dios protege a los malos cuando son más que los buenos"
    Algún día seremos más nosotros.

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